Me gustaría pintarte a la sombra de un palmar y al ardor de un crepúsculo caduco
Pero un retrato tuyo bastaría para mirar el mar y el cielo amalgamado
Me gustaría regalarte dos diamantes glaucos
Pero para qué, si puedo verme reflejada en los tuyos
Ayer pensé en sorprenderte con un pájaro cantor
Pero en tu voz encuentro el más dulce trineo de alondra en primavera
Tal vez un frasco de pino silvestre y hierba buena líquida mientras tanto…
Pues aún sigo trabajando en el arte de tu destilación
Cortaría para ti veinticuatro espigas de trigo lozano
Pero su luz se apagaría con tu áurea crin tostada
Entonces pienso en el deseo secreto de los dioses
¿Qué se le regala a alguien como tú?
Entre miles de mágicos artilugios, solo uno me convence
Te regalaré un cántaro de agua pura
Para que cada mañana, antes de ver el sol naciente
Te mires en él, y observes en el reflejo la maravilla divina
Y te jactes de la mejor ofrenda, gracia angelical…
…Que rodea tu semblante tano albino