sábado, 22 de mayo de 2010

Quizas...

Y quizás dentro de unos años, en trescientas veinticinco centurias de oro. Cuando tú y yo no seamos más que cadáveres en polvo, tal vez para el momento en que la extensa descendencia de Caín haya mojado sus pies en el fuego ruin de la miseria. Posiblemente, tal vez, todos los sueños que una vez cruzaron por nuestros días, reencarnen en ramas de nogales, en lirios blancos y aguas vírgenes. Quizás, para ese tiempo todo tenga sentido, Posiblemente, quizás, la gravedad libere a la rea balanza de sus crímenes cometidos. Estoy segura, que, dentro de unos años, ríos azules correrán únicamente en bosques y no tintaran de rojo el concreto. Probablemente, cuando madre natura cumpla un año menos y sople el sol extinguiéndolo de su imperio dorado… quizás en ese momento, tomemos forma de estrella, y nos miraremos hasta que la eternidad nos apague, quizás, sea ese el momento de elegir a donde partir o quizás, nada de esto suceda y viviremos en recuerdos. En dos huellas etéreas para el universo, tal vez, sólo tal vez.